L.C.P. y M.I. Víctor Manuel López Barrón

Con 30 años de edad, y casi 10 de haber sido encontrado, Dios me ha llevado por varias experiencias que han transformado mi vida para Su gloria, donde hasta hoy se resume en lo siguiente: Sigo aprendiendo.

jueves, 3 de octubre de 2019

¿Por qué o Para qué?


12 Hermanos, quiero que sepan que, en realidad, lo que me ha pasado ha contribuido al avance del evangelio. 13 Es más, se ha hecho evidente a toda la guardia del palacio y a todos los demás que estoy encadenado por causa de Cristo.
Filipenses 1:12-13

¿Por qué o para qué? Ptr. Víctor López.


¿Cuántas veces te has privado de una bendición porque según tú, no es el tiempo correcto? Muchas veces nos privamos de disfrutar de una bendición de parte de Dios porque en nuestra perspectiva, “las cosas no van bien”. Evitar una reunión en la iglesia, no participar de un proyecto entre los hermanos o incluso no ir un domingo a la iglesia es común para muchos porque no se sienten con ánimos para hacerlo. Déjeme decirle que las iglesias estarían vacías si todos esperamos a tener una mejor vida para asistir a ellas.

En estos versículos vemos que Pablo está afirmando a la iglesia en Filipos una verdad que todo cristiano debe aprender y comenzar a vivir. Él quería que todos supieran que la bendición y el poder de Dios aun estaban con él, a pesar de que él se encontraba preso. Pablo aun tenia gozo a pesar de la situación. Él no estaba fuera de la voluntad de Dios, y la obra de Dios aun seguía. Pablo aprendió a estar contento a pesar de lo difícil que la situación fuera (Filipenses 4:11-13). La Causa de Cristo fue que lo llevo ahí donde él estaba, la prisión.

Regularmente cuando pasamos por un momento muy difícil la primera pregunta que hacemos es ¿Por qué Dios? Pero si aprendemos a hacer la voluntad de Dios en nuestra vida la pregunta puede cambiar a ¿Para qué Dios? Buscar el propósito de lo que vivimos, consientes de que es la voluntad de Dios, es parte de la madurez que todos somos llamados a alcanzar, y es acompañada con verdadero gozo que viene de Él. Pablo tenia gozo en medio de esta situación.

Dios no hizo perder tiempo a Pablo mientras este estaba en la prisión en Roma. Dios nunca desperdicia nuestro tiempo (más bien nosotros lo hacemos). Como Pablo lo notó, todo “ha contribuido al avance del evangelio”. ¿Notas que Pablo supo “para qué estuvo en la cárcel? Lo mismo puedes hacer tú la próxima vez que te encuentres en un lio que supere tu visión. Definitivamente habrá y notarás una respuesta específica, pero la mayor razón será “para el avance del evangelio”. Tu vida debe ser dedicada para el evangelio.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Orar también es amar.


9 Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio, 10 para que disciernan lo que es mejor, y sean puros e irreprochables para el día de Cristo, 11 llenos del fruto de justicia que se produce por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
Filipenses 1:9-11

Orar también es amar. Ptr Víctor López





Con frecuencia, la mejor manera de influir en una persona es a través de la oración por él o ella. Tristemente, la oración no es el primer recurso de trabajo para nuestra vida, pues, si olvidamos orar por nosotros mismos, con más frecuencia olvidamos orar por otros. Pero Pablo nos enseña que la oración es importante y una excelente forma de amar a los demás.

Quizás conozcas los cinco lenguajes del amor (Palabras de afirmación, tiempo de calidad, toque físico, regalos y actos de servicio), pues la oración puede desarrollarse en estos lenguajes. Las oraciones por otros pueden y deben contener palabras de afirmación por él o ella, agradeciendo quien es y lo que Dios está haciendo en esa persona.

El tiempo de calidad entre hermanos es importante, a veces descuidamos juntos mucho esta actividad tan importante. ¿Cuánto tiempo en nuestra convivencia pasamos en oración como cuerpo en Cristo?

También el toque físico puede ser expresado en la oración entre hermanos. Tomados de las manos es lo más común que se da en la oración entre hermanos, pero también una mano sobre el hombro o incluso un apapacho (abrazo) al final de la oración demuestra amor con el toque físico.

También entregarse pequeños regalos que estimulen a la oración en casa o hagan recordar una oración en su tiempo a solas con Dios es un lenguaje de amor a través de regalos; un dibujo, una pulsera, una cadena, etc. Cualquier cosa que estimule a la oración.

Y por último el acto de orar por otro, en su presencia o en tu tiempo a solas con Dios es un acto de servicio, pues estás rebajando tu ser viendo por otra persona y sus necesidades, y con esto literalmente estás negando tu “yo” y amando más al prójimo.

Cuando tú oras por alguien más, realmente estás mostrando interés por esa persona en lo secreto, donde sólo tu Padre Celestial puede ver y conoce las intenciones de tu corazón. Orar por otros en el conocimiento de Cristo y el discernimiento de su palabra da grandes resultados al poder de la oración, Santiago 5:16 dice “la oración del justo es poderosa y eficaz”, y este poder viene sólo de lo que Cristo ha hecho por su iglesia. Mientras creces en el amor de Cristo, tu corazón y tu mente también crecerán juntos.

martes, 10 de septiembre de 2019

Aprender a amar a pesar de las circunstancias.


7 Es justo que yo piense así de todos ustedes porque los llevo en el corazón; pues, ya sea que me encuentre preso o defendiendo y confirmando el evangelio, todos ustedes participan conmigo de la gracia que Dios me ha dado. 8 Dios es testigo de cuánto los quiero a todos con el entrañable amor de Cristo Jesús.
Filipenses 1:7-8

Aprender a amar a pesar de las circunstancias. Ptr Víctor López



¿Es tu amor condicional a lo que estés viviendo el día de hoy? He visto personas que su amor es variante dependiendo de la situación que esté pasando. Si son días buenos, su amor por los demás es visible, pero si los días se tornan difíciles e incluso malos, el amor de estas personas hacia los demás es poco visible. Para este punto quiero aclarar algo, no estoy hablando del amor como sentimiento, sino del verdadero amor bíblico que es expresado en acción (Lea 1 Corintios 13:4-7).

A veces dejamos que los momentos de la vida dirijan nuestros actos hacia los demás, e incluso pensamos que tenemos justificación para tratar de cierta manera a nuestro prójimo porque hemos pasado por algún inconveniente. “Ahorita no puedo visitarte, ahorita no puedo hablarte, ahorita no puedo abrazarte”, solemos pensar que no podemos hacer ciertos actos de amor porque la situación que estamos viviendo nos justifica para no hacerlo. Pero la Biblia nos exhorta a amar sin importar nuestro contexto. Pablo lo expresa así: “Es justo que yo piense así”.

Pablo aprendió a amar al prójimo independientemente si su situación era agradable o no para él. Así debemos actuar con los demás. ¿Padre o madre ha usado la frase “ahorita no porque…” cuando su hijo o hija pide afecto? ¿Sí la ha dicho, que tan seguido has tomado excusas para dejar de actuar con amor hacia su familia? Todos nosotros somos llamados a amar incondicionalmente (Mateo 5:43-46).

¿Cuál era la clave para poder hace algo como esto? "La gracia que Dios ha dado". El amor de Pablo hacia la iglesia de Filipos no sólo se basaba meramente en la experiencia del pasado con ellos, sino también en la unidad que proviene del amor de Cristo.

Cuando nuestros ojos se enfocan en la gracia que hemos recibido de Dios en Cristo Jesús, la vida tiene un nuevo significado y nuestras acciones son transformadas por la luz de su Palabra. La cruz de Cristo me revela quién soy yo, quién es mi Dios y cómo debo vivir de ahora en adelante. Su amor en la cruz es la fuente del río de agua viva que otros podrán recibir de mí. Con esto, el “ahorita no” ya no tiene tanto poder como el empuje del amor de Dios para nosotros.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

El gozo al recordar


Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría, porque han participado en el evangelio desde el primer día hasta ahora. Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.

Filipenses 1:3-6

El gozo al recordar. Ptr. Víctor López. 



Cuando recién llegue al servicio del Señor, una de mis primeras experiencias en el campo misionero fue entender el gozo que el cristiano puede tener a pesar de las circunstancias. En un viaje misionero del 2011 tuve la oportunidad de conocer a una pareja cubana de pastores de la iglesia local en San Manuel, pueblo que está al lado oeste de la isla. La situación entonces no era nada fácil, con dificultad económica, falta de compromiso por parte de los congregantes, problemas para obtener recursos para estudios y biblias, sin mencionar momentos de falta de salud entre otras cosas. Por donde sea que yo volteara solo veía dificultad y sufrimiento. Pero sobre toda esa nube gris de tristeza, había una luz muy brillante que provenía de esta pareja. Su gozo resplandecía como el sol después de una tarde lluviosa.

Tener gozo en medio de situaciones difíciles que por lo regular genera tristeza es algo sobrenatural. Lo natural es estar tristes, enojados, frustrados, deprimidos, desanimados y la lista puede continuar. Pero Dios hace la diferencia a cada situación. Su gracia en Cristo es suficiente para tener gozo sobre todas estas cosas. Eso lo aprendí muy bien en aquel viaje y ahora me toca ponerlo en práctica. ¿te unes a esto?

Así como Pablo, que al recordar a la iglesia en Filipos se llenaba de gozo por la gran obra que Dios estaba haciendo en y a través de ellos, yo también me uno a ese sentimiento de gozo al recordar a la iglesia en San Manuel. Dios sigue obrando y levantando siervos comprometidos a Su obra para su gloria. Doy gracias a Dios y con alegría me enfoco en lo que realmente tiene valor en mi vida, Jesucristo, la familia, salud, el trabajo, entre otras cosas.

¿Tienes hermanos que al recordarlos tu corazón se llena de gozo? Ora por ellos, mantente en contacto y anímalos a seguir adelante. Ahora, cuando otros te recuerdan, ¿qué pasara por sus mentes? Definitivamente no puedes saber certeramente que piensan, pero si puedes analizar tu propia vida y sacar algunas respuestas. Que tu enfoque sea Jesús (Hebreos 12:2-3).

P.D. Hoy en día Dios dio la bendición de levantar un nuevo templo en San Manuel.

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viernes, 23 de agosto de 2019

Disciplinándonos a la perfección.


Que llegue mi clamor a tu presencia; dame entendimiento, Señor, conforme a tu palabra. Que llegue a tu presencia mi súplica; líbrame, conforme a tu promesa. Que rebosen mis labios de alabanza, porque tú me enseñas tus decretos. Que entone mi lengua un cántico a tu palabra, pues todos tus mandamientos son justos. Que acuda tu mano en mi ayuda, porque he escogido tus preceptos. Yo, Señor, ansío tu salvación. Tu ley es mi regocijo. Déjame vivir para alabarte; que vengan tus juicios a ayudarme. Cual oveja perdida me he extraviado; ven en busca de tu siervo, porque no he olvidado tus mandamientos.
Salmos 119:169-176 (NVI)

Disciplinándonos a la perfección. Ptr. Víctor López.

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El salmista al igual que nosotros llega al final del salmo 119. Toda una travesía en experimentar la dependencia a Dios, revelar nuestro ser ante Él y confiar en que Su Palabra es mejor que cualquier otra cosa en este mundo. Buscar gracia y fuerzas para que nuestras oraciones sean escuchadas por el Señor es parte de la disciplina que hemos aprendido en este camino a la perfección. Desear saber más de Dios en Cristo es el objetivo.

Lo que hemos aprendido hasta aquí es la dependencia profunda y sincera al poder de Dios a través de Su palabra. Aprender a orar por lo que Él ha prometido en lugar de orar por lo que nosotros pensamos o queremos. Recuerda que la base para nuestra comunión efectiva con Dios debe de ser la misma Palabra de Dios. Sus mandamientos, sus ordenanzas, sus leyes son parte de nuestra guía para nuestra vida cristiana. Pero también en Su palabra hay promesas, propósitos y planes que nos animan y fortalecen para continuar.

Espero que este salmo sea una base con la cual podemos autoevaluar nuestros corazones y nuestras vidas. ¿Se ajusta nuestro corazón, limpiado por la sangre de Cristo, a esas oraciones, resoluciones y confesiones que hemos estado observando en este salmo? ¿Es la Palabra de Dios la norma de nuestra fe y la ley de nuestra forma de vivir? ¿Usamos las promesas en Cristo por lo que es realmente necesario?

Seremos llenos de gozo si realmente vivimos con este tipo de disciplina que deleita.

miércoles, 14 de agosto de 2019

Vivir en la Victoria de Cristo.

Gente poderosa me persigue sin motivo, pero mi corazón se asombra ante tu palabra. Yo me regocijo en tu promesa como quien haya un gran botín. Aborrezco y repudio la falsedad, pero amo tu ley. Siete veces al día te alabo por tus rectos juicios. Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar, y nada los hace tropezar. Yo, Señor, espero tu salvación y practico tus mandamientos. Con todo mi ser cumplo tus estatutos. ¡Cuánto los amo! Obedezco tus preceptos y tus estatutos, porque conoces todos mis caminos.
Salmos 119:161-168 (NVI)

Vivir en la Victoria de Cristo. Ptr. Víctor López.



Los creyentes que realmente hacen de la Palabra de Dios su resguardo prefieren recibir la ira de los hombres que no temen a Dios, antes que quebrantar la ley de Dios. ¿Es esta tu forma de vivir? La Biblia nos declara que “en Jesús” somos más que vencedores (Rom. 8:37), y esto sólo se da por lo que Jesús ya ha hecho en nuestra vida. La victoria la ganó Jesús al pelear por nosotros en la cruz del calvario y al derrotar a la muerte con su resurrección. Sólo por fe puedes beneficiarte de este logro tan grande.

Vivir en la victoria de Cristo debe de reflejarse en cada uno de nosotros de manera evidente. Todos odiamos que nos mientan, pero debemos odiar más el decir mentiras. Mientras más veas la belleza de la verdad en Cristo Jesús en su Palabra, más veras la terrible y perversa deformación de la mentira, y así con otros pecados. Hoy estamos rodeados de un mundo lleno de mentiras, que te dicen qué creer, pero está en ti buscar refugio sólo en la verdad de la Palabra de Dios.

Alaba a Dios aún en las dificultades y aflicciones que estés pasando debido a esto. ¿Eres víctima de las mentiras de grandes personas? La gracia de Dios es más que suficiente para pasar por ese camino. No dejes que las mentiras de otros callen las verdades espirituales que Dios tiene en su Palabra. Eres amado, eres importante, eres vencedor y sólo porque Jesús lo ha hecho todo por ti. Por ello, ni siquiera tú puedes minimizar esta verdad.

Matthew Henry dice: “Quienes aman al mundo son muy confundidos, porque éste no responde a lo que ellos esperan; quienes aman la palabra de Dios, tienen gran paz, porque supera lo que ellos esperan”. Abraza la verdad de la Palabra de Dios, camina en la victoria que sólo Jesús puede dar y obedece lo que Él dice.

jueves, 18 de julio de 2019

Perseverar en la verdad de su Palabra


Considera mi aflicción, y líbrame, pues no me he olvidado de tu ley. Defiende mi causa, rescátame; dame vida conforme a tu promesa. La salvación está lejos de los impíos, porque ellos no buscan tus decretos. Grande es, Señor, tu compasión; dame vida conforme a tus juicios. Muchos son mis adversarios y mis perseguidores, pero yo no me aparto de tus estatutos. Miro a esos renegados y me dan náuseas, porque no cumplen tus palabras. Mira, Señor, cuánto amo tus preceptos; conforme a tu gran amor, dame vida. La suma de tus palabras es la verdad; tus rectos juicios permanecen para siempre.
Salmos 119:153-160 (NVI)

Perseverar en la verdad de su Palabra. Ptr Víctor López.



Una de las características de Dios es su veracidad. Él en sí personifica perfectamente a la verdad. Por ello, Su palabra no puede mentir. No hay hombre o mujer en la tierra que no ocupe de la verdad, dependiendo de la guía y ayuda que esta siempre da.

Mientras más te sostengas a la palabra de Dios, como tu regla y apoyo, más seguridad tendrás en libertad. Cristo es el abogado de su pueblo, él es el redentor. La obra de Jesús da nueva vida por su Espíritu y su gracia, aun cuando estábamos muertos en delitos y pecados, la verdad de su palabra nos reavivo junto a Él. Esto es la gran obra redentora de Jesús, y proveyendo de Su palabra es digna de confianza.

Al entrar en la comunión en la verdad de Dios, nuestra identidad como hijos de Dios nos aparta de la comunión con el mundo y su manera de pensar y actuar. Jesús bien dijo que ya no somos de este mundo en el momento en que recibimos su Palabra (Juan 17:14-17). A pesar de no ser de este mundo, seguimos en la convivencia y la única forma de perseverar en santidad, es a través de la Palabra de Dios.

Esta obediencia complace a Dios, y a nosotros, únicamente cuando proviene de un genuino amor por él. Todo aquel que recibe, en cualquier edad, la palabra de Dios con fe y amor encontrará que es fiel todo lo que dice en ella. Anímate a perseverar en la verdad de Su Palabra.

jueves, 11 de julio de 2019

Un corazón 24/7 para Jesús


Con todo el corazón clamo a ti, Señor; respóndeme, y obedeceré tus decretos. A ti clamo: «¡Sálvame!» Quiero cumplir tus estatutos. Muy de mañana me levanto a pedir ayuda; en tus palabras he puesto mi esperanza. En toda la noche no pego los ojos, para meditar en tu promesa. Conforme a tu gran amor, escucha mi voz; conforme a tus juicios, Señor, dame vida. Ya se acercan mis crueles perseguidores, pero andan muy lejos de tu ley. Tú, Señor, también estás cerca, y todos tus mandamientos son verdad. Desde hace mucho conozco tus estatutos, los cuales estableciste para siempre.
Salmos 119:145-152 (NVI)


Un corazón 24/7 para Jesús. Ptr. Víctor López.

Hubo cierta etapa en mi vida que conscientemente separaba la vida cristiana con la vida “no cristiana”. Me explico. Pensaba que dependiendo de la predicación del domingo mi vida debía reflejar ciertas cosas de ese mensaje durante la semana, pero me quedaba con otras áreas para mi dónde las desarrollaba bajo mi propio criterio. Sí la predicación trataba de acerca del control de la lengua, entonces procuraba esa semana poner en práctica lo aprendido; pero dejaba otras áreas para vivirlas como yo quería. Quizás procuraba el control de mi lengua, pero la ira, prejuicios, chismes o incluso inmoralidad las dejaba para mí y mi propia conciencia. En fin, solía decir “como no predicaron de eso, no me toca obedecerlo”.

Muchas veces vivimos de esta manera en nuestra vida cristiana. Lo primero que debemos comprender es que, en los hijos de Dios, no hay una “vida cristiana” y una “no cristiana”. Hemos sido comprados por sangre de Aquel que nos ha salvado de la condenación (1 Corintios 6:20) y ahora ya nuestra vida no pertenece a nosotros sino a el verdadero Dueño, Jesús. Ahora nuestro corazón es para Él en su totalidad.

Vivir con esto en mente me ha ayudado a ser consciente que cada segundo de mi vida es por él y para él. El estar consciente de que muy de temprano él ya está esperando tener ese tiempo íntimo de Padre e hijo/hija trae un animo a nuestra alma como hijos dependientes de su poder y ayuda. Esta forma de vida dependiente de Dios es desde el amanecer hasta el anochecer.

Esta mentalidad se desarrolla en la constancia de practicar lo que muchos llaman “andar en la presencia de Dios”. Estar consciente de que él está a nuestro lado desde la mañana, durante el día y hasta la hora de dormir. Esto te ayudara a practicar de una forma más efectiva la obediencia a la Palabra de Dios. Saber que Dios está ahí para ti en cualquier momento del día para tu auxilio y apoyo.

Ya no vivas pensando que puedes dividir tu vida en secciones. Es hora de vivir completa y totalmente para Aquel que nos compró por medio de su sangre preciosa.

miércoles, 10 de julio de 2019

Su justicia me da confianza para seguir


Señor, tú eres justo, y tus juicios son rectos. Justos son los estatutos que has ordenado, y muy dignos de confianza. Mi celo me consume, porque mis adversarios pasan por alto tus palabras. Tus promesas han superado muchas pruebas, por eso tu siervo las ama. Insignificante y menospreciable como soy no me olvido de tus preceptos. Tu justicia es siempre justa; tu ley es la verdad. He caído en la angustia y la aflicción, pero tus mandamientos son mi regocijo. Tus estatutos son siempre justos; dame entendimiento para poder vivir.
Salmos 119:137-144 (NVI)

Su justicia me da confianza para seguir. Ptr Víctor López.

Por dónde busques, Dios es bueno. Su palabra lo afirma, todo lo que Él hace, está fundamentado en su carácter de total justicia. Como dice Matthew Henry: “Dios nunca hizo, y nunca puede hacer, mal a nadie”.

Sí su carácter es, totalmente justo, su propia ley desprende su justicia en cada mandamiento. Es momento de que tú y yo vivamos con eso en mente. Esto es una puerta abierta para que empecemos a vivir en confianza. Es decir, vivir por fe, sabiendo que todo lo que Dios nos manda hacer es bueno, aunque nuestra mente a veces no comprenda lo que esta pasando alrededor. 

Cuando obedeces más y más cada mandamiento de la Ley de Dios, tu carácter comienza a transformarse a esa perfección que Dios esta trabajando en ti. Que seas cada día más como Jesús y menos como tú es la meta.

Un carácter que se asemeja al de Cristo tiene hambre por la Palabra (Juan 4:34), y esto es verla activa en tu vida y en la de los demás. Pero cuando no ves que pasa eso, el celo santo por la Palabra siendo descuidad te empuja a hacer lo posible por verla en la vida de otros. Cuando tus hijos no andan en el camino de Dios, un celo por ver de nuevo la obediencia en ellos sale de ti. Cuando tus amigos dejan de practicar los mandamientos de Dios, el Espíritu Santo te mueve a animarnos nuevamente. Y esto es porque tú has de experimentar la justicia de Dios en tu propia vida, animándote a querer ver esa justicia en la vida de los demás. Considera esto: Dios ha sido tan bueno conmigo que sería yo el injusto al no querer ver esa bondad en la vida de mi prójimo.

Llegar a ese punto de confianza no se da de la noche a la mañana. Cada prueba que se te presenta es para que sea pasada a través de la obediencia a la Palabra de Dios. Que también tú puedas decir “tus promesas han superado muchas pruebas”, y así vivir confiando de Su justicia.

jueves, 27 de junio de 2019

Maravillados de Jesús en la Palabra de Dios


Tus estatutos son maravillosos; por eso los obedezco. La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo. Jadeante abro la boca porque ansío tus mandamientos. Vuélvete a mí, y tenme compasión como haces siempre con los que aman tu nombre. Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes que me domine la iniquidad. Líbrame de la opresión humana, pues quiero obedecer tus preceptos. Haz brillar tu rostro sobre tu siervo; enséñame tus decretos. Ríos de lágrimas brotan de mis ojos, porque tu ley no se obedece.
Salmos 119:129-136 (NVI)

Maravillados de Jesús en la Palabra de Dios. Ptr Víctor López.


La iglesia tiene muchas funciones, y algunas de ellas son la enseñanza de la Biblia, la comunión de la familia en la fe y partir el pan, que se refiere a la santa cena, y a la oración (Hechos 2:42). Podemos encontrar otras más, pero la que nos compete aquí es la enseñanza. La exposición de la Palabra de Dios es maravillosa.

En mis primeros años de cristiano lo único que me motivaba a ir a la iglesia era la comunión que había (y que aún existe gracias a Dios), pero con el paso del tiempo me fui enamorando de la palabra de Dios. Todo comenzó porque alguien en la iglesia me dijo: “busca a Jesús en las Escrituras”. Y fue un reto para mí, primero leer la biblia constantemente, observar el contexto que leía e identificar las sombras de Jesús en las historias del Antiguo Testamento fue algo sorprendente. Era luz que me daba entendimiento a mi caminar cristiano.

Cuando leo este pasaje de salmo 119:129-136, me veo a mí mismo como ese hombre que ansía con tremenda sed un vaso de agua en el desierto. Mi vida espiritual debe ser así. Mi espíritu esta sediento de ver a Jesús en cada versículo de la Biblia. Jadeo por ver lo que Jesús tiene para mí en cada capítulo. Y espero que sea así para ti también. Ese momento de ver a Jesús en la lectura es lo que da forma a nuestra vida espiritual.

Esa sed espiritual será saciada cuando bebas de Jesús en la Palabra de Dios. Y recuerda, la sed es diaria. No me lo puedes negar, pues vivimos en un desierto literalmente (Hermosillo). Ahora, ¿No creo que tengas sed solo el domingo verdad? Pues así también, todos los días tenemos sed espiritual.

viernes, 21 de junio de 2019

Con la perspectiva correcta


Yo practico la justicia y el derecho; no me dejes en manos de mis opresores. Garantiza el bienestar de tu siervo; que no me opriman los arrogantes. Mis ojos se consumen esperando tu salvación, esperando que se cumpla tu justicia. Trata a tu siervo conforme a tu gran amor; enséñame tus decretos. Tu siervo soy: dame entendimiento y llegaré a conocer tus estatutos. Señor, ya es tiempo de que actúes, pues tu ley está siendo quebrantada. Sobre todas las cosas amo tus mandamientos, más que el oro, más que el oro refinado. Por eso tomo en cuenta todos tus preceptos y aborrezco toda senda falsa.
Salmos 119:121-128 Nueva Versión Internacional (NVI)


El gozo que cada uno de nosotros encontramos es cuando actuamos en base a los principios del evangelio, y más aún, propaga una justicia entre todos los que lo rodean. Nuestro gozo proviene de hacer la palabra de Dios y sobreabunda al ver los resultados que Dios promete. El cristiano que hace la palabra de Dios extiende el reino de los cielos. Esto es una de las tantas cualidades de andar en la perfección de Dios. Es decir, en Su Palabra.

Cristo que es nuestra seguridad en este mundo, una vez que ha pagado nuestra deuda y rescate en la cruz del calvario, nos asegura toda clase de bendición celestial para cada uno de nosotros como sus siervos. Así como el salmista que espera la palabra de Dios en justicia, sabe que esta vendrá del cielo y no de la tierra, es decir, de algún hombre. Así igual nosotros debemos esperarlo.

Recuerda esto, definitivamente no merecemos el favor de Dios, pero Él en su infinita bondad nos la entrega, y no de mala gana, sino en una forma más íntima y personal nunca vista, en la manera de un padre hacia su hijo amado. Eso es gracia y la Palabra de Dios está plagada de ella.

Nuestra tarea hoy y mañana es, hacer todo lo que podamos por la expansión del reino de los cielos, y sobre todo orar a Dios que tome este trabajo en sus manos, las mejores manos para trabajar su propio reino. En este sentido apreciemos más la Palabra de Dios, más que todo lo creado a nuestro alrededor.

miércoles, 5 de junio de 2019

No hay zona gris.


Aborrezco a los hipócritas, pero amo tu ley. Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza. ¡Malhechores, apártense de mí, que quiero cumplir los mandamientos de mi Dios! Sostenme conforme a tu promesa, y viviré; no defraudes mis esperanzas. Defiéndeme, y estaré a salvo; siempre optaré por tus decretos. Tú rechazas a los que se desvían de tus decretos, porque solo maquinan falsedades. Tú desechas como escoria a los impíos de la tierra; por eso amo tus estatutos. Mi cuerpo se estremece por el temor que me inspiras; siento reverencia por tus leyes.
Salmos 119:113-120 Nueva Versión Internacional (NVI)

No hay zona gris. Ptr. Víctor López.

Hoy en día se habla de zonas grises donde muchos se preguntan qué pueden hacer y qué no. Definitivamente hay muchas áreas que entran en esta idea, pero lo que debes buscar siempre en cada una de ellas es inclinarte por la Palabra de Dios.

La gente de doble ánimo no puede distinguir entre lo que es bueno y lo que es malo. Pero cuando se trata de obedecer la Palabra de Dios, no hay zonas grises. Es lo que Él (Dios) dice que es, y en base a eso, cada uno de nosotros debemos de tomar una posición. Estar firmes en lo que creemos y sabemos. 

Una cosa es segura, mientras más amemos la ley de Dios, más alerta estaremos, y los pensamientos vanos que nos arrastran lejos de Él serán guardados en Cristo (Fil 4:7). Sí realmente deseas progresar en la obediencia a Dios, debes separarte del mal y de toda forma en que este se pueda presentar.

Por lo general, pensamos que hay maldad en aquellos que asesinan, violan, y roban. Pero la maldad es mucho más variada y profunda a la luz de la Biblia. Nosotros podríamos estar siendo influenciados por el mal en conversaciones llenas de chismes, críticas o mal intencionadas, bromas de mal gusto, películas o videos obscenos, entre muchas otras cosas que están a nuestro alrededor.

Por ello, cada uno de nosotros no puede vivir sin la gracia de Dios, pues por Su mano será sostenida nuestra vida espiritual. Recuerda, tu santidad se fundamenta en el apoyo divino de Dios y todo alejamiento de la Palabra de Dios es un error y traerá resultados fatales.

Elige obedecer a Dios, y di junto con el salmista: “Amo tu ley”.

jueves, 30 de mayo de 2019

Sin más recursos.


Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. Hice un juramento, y lo he confirmado: que acataré tus rectos juicios. Señor, es mucho lo que he sufrido; dame vida conforme a tu palabra. Señor, acepta la ofrenda que brota de mis labios; enséñame tus juicios. Mi vida pende de un hilo, pero no me olvido de tu ley. Los impíos me han tendido una trampa, pero no me aparto de tus preceptos. Tus estatutos son mi herencia permanente; son el regocijo de mi corazón. Inclino mi corazón a cumplir tus decretos para siempre y hasta el fin.
Salmos 119:105-112 (NVI)

Sin más recursos. Ptr Víctor López.

¿Te has encontrado perdido en algún momento de su vida en algún lugar hostil o desértico? Imagínate en medio del bosque a media noche, con tu celular en mano, pero sin señal. Solo te queda usar la aplicación de la brújula y la lámpara. Tienes que ser cuidadoso porque solo te queda la mitad de batería en el celular.

La luz que emite el celular solo puede mostrarte un área pequeña del terreno por el que andas. Para caminar de manera segura en el bosque debes de poner atención a lo que la luz te permite ver. Pero eso no es todo, debes ser sabio y cauteloso en dirigirte correctamente a la salida del bosque porque la energía del celular no durara mucho tiempo. Mucho cuidado en caminar en círculos. Sería un grave error.

Son pocos los recursos que tienes, pero sí los aprovechas sabiamente saldrás de ahí.

En la vida también caminamos por bosques oscuros de maldad. Sin embargo, la Biblia es nuestra lámpara en el camino que está enfrente de nosotros y así no caeremos mientras avanzamos. La luz revela los obstáculos y peligros en el bosque, la Biblia revela las raíces de maldad, falsos valores o filosofías mal intencionadas que nos rodean en este mundo.

Es nuestra caminar cristiano los recursos son pocos, pero muy confiables. La Palabra de Dios y El Poder del Espíritu Santo son la clave en esto.

Pero no pierdas de vista la responsabilidad que envuelve todo esto. Ya sea una lámpara de aceite o un celular con luz, es responsabilidad de uno el tener la lámpara en buena condición para su correcto. El mandamiento es que la lámpara se tiene que mantener encendida con energía y eso es el poder del Espíritu Santo que le da sentido a lo que leemos en la Biblia. Es la obediencia a los mandamientos de Dios por parte de nosotros lo que da luz a nuestra vida.

Estudiar la Biblia y depender del poder del Espíritu Santo es nuestra tarea. Esto nos ayudará a ver el camino claramente y nos mostrará lo suficiente del camino como para avanzar. Quizás no sea mucho, pero la luz está ahí en medio de un lugar oscuro, para que tú des un paso a la vez.

miércoles, 22 de mayo de 2019

En la escuela de la Palabra de Dios.


¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día medito en ella. Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen para siempre. Tengo más discernimiento que todos mis maestros
porque medito en tus estatutos. Tengo más entendimiento que los ancianos porque obedezco tus preceptos. Aparto mis pies de toda mala senda para cumplir con tu palabra. No me desvío de tus juicios
porque tú mismo me instruyes. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca! De tus preceptos adquiero entendimiento; por eso aborrezco toda senda de mentira.
Salmos 119:97-104 Nueva Versión Internacional (NVI)

En la escuela de la Palabra de Dios. Ptr Víctor López.

¿Quién no esta ansioso por terminar la escuela? Muchos desean que su periodo de clases termine para poder disfrutar de unas merecidas vacaciones, teniendo más tiempos para jugar, viajar y hasta para dormir.

Todo tiene su tiempo definitivamente, pero la escuela de Dios nunca tiene vacaciones. El Señor siempre esta trabajando en nuestras vidas con el propósito de hacernos más como Cristo (Ef. 4:13). El Espíritu de Dios está en constante trabajo haciendo de los hijos de Dios más semejantes a Jesucristo, pues él no quiere que seamos siempre niños espirituales, sino hombre y mujeres maduros en la fe.

Por eso es importante saber que las mejores clases las encontraras en Su Palabra. La Biblia es nuestro salón de clase donde podemos aprender cada día algo más sobre Dios, su amor por nosotros, lo que le agrada y lo que no y cómo llevar una vida espiritualmente efectiva que le de gloria y honra a Él.

Identifique las palabras que usa el Salmista en esta sección del Salmo 119, actividades que le ayudaron a él y dé por seguro, que también le ayudarán a usted a enriquecerse espiritualmente en su vida en Cristo.

Meditar en la Palabra. No sólo se limita a unas horas en la mañana o al finalizar el día. Es una práctica de todo el día. Leer la Palabra de Dios, identificar eso que llame más nuestra atención y reflexionar sobre ello durante el día, nos dará la capacidad de estar atentos a lo que está ocurriendo a nuestro alrededor.

Obedecer la Palabra. Aquí entra un nivel más de escolaridad. Nivel 2. No basta con meditar y tener en mente la Palabra. Hay que llevarla a la práctica. Nuestra meditación ayudará a que fluya mejor nuestra obediencia. Recuerde que la Biblia nos exhorta a ser hacedores de la palabra y no solo oidores (Santiago 1:22).

Deleitarse en la Palabra. Llevar a la practica la Palabra de Dios debe hacerse con gozo, entusiasmo y alegría. Cuando comenzamos a ver los resultados que brinda obedecer los mandamientos de Dios, nuestro corazón deseara más de eso, ya que estamos caminando a una vida de abundancia que Dios prepara para cada uno de nosotros en su buena voluntad.

Así que aun con más entusiasmo con que vemos el tiempo de vacaciones, deseemos estar en la Palabra de Dios, nuestro salón de clases de 24/7. Que nuestro gozo este en vivir y hacer su voluntad.

miércoles, 15 de mayo de 2019

Le pertenezco.


Tu palabra, Señor, es eterna, y está firme en los cielos. Tu fidelidad permanece para siempre; estableciste la tierra, y quedó firme. Todo subsiste hoy, conforme a tus decretos, porque todo está a tu servicio. Si tu ley no fuera mi regocijo, la aflicción habría acabado conmigo. Jamás me olvidaré de tus preceptos, pues con ellos me has dado vida. ¡Sálvame, pues te pertenezco y escudriño tus preceptos! Los impíos me acechan para destruirme, pero yo me esfuerzo por entender tus estatutos. He visto que aun la perfección tiene sus límites; ¡solo tus mandamientos son infinitos!
Salmos 119:89-96 Nueva Versión Internacional (NVI)

Le pertenezco. Ptr. Víctor López. 

¿Usted sabe que hay un solo Dueño? Aquel que es propietario de los mares, las tierras, los cielos, las grandes montañas, los amplios campos, propietario de las grandes bestias que habitan por debajo del mar y en la tierra; quien posee tal título es nuestro Dios. Su Palabra afirma que es él quien establecido por Su poder los cielos y la tierra y no solo eso; gracias a Él es que todo tiene coherencia (Colosenses 1:16), es decir, tienen sentido y orden. Esto da propósito a las cosas creadas y nosotros también formamos parte de esto.

El hecho de saber esta realidad por sí sola no hará mejoras en su vida; también hay que vivir de esta manera. Si todo le sirve a nuestro Dios, ¿Estoy yo en ese “todo”? El salmista sabía esta realidad, y por ello se colocaba como parte de este “todo” que le sirve a Dios. Esto es una decisión que cada día debemos hacer.

Esta decisión se basa en el hecho de que le pertenecemos, y no por un precio barato, sino por la sangre preciosa de Su hijo amado Jesucristo (1 Corintios 7:23), no hay nada más valioso que esto. La realidad es que somos suyos, pero tenemos que aprender a vivir de esa manera y eso viene al escudriñar Su Palabra. Cuando la vida traiga sus problemas, cuando la noche se sienta más difícil, cuando la duda llegue, acércate confiadamente al dueño de todo y pide de su guía, escúchelo, pues él te compró para estar con él. Dios desea que acudas a él.  

Tu eres de Dios y eso es bueno, no te perteneces a ti mismo, no perteneces al mundo. Tu vida está en las mejores manos, las manos del Dueño de todo, así que puedes andar confiado por sus caminos que se encuentran en Su Palabra.

miércoles, 17 de abril de 2019

Mi esperanza está en su Palabra


Esperando tu salvación se me va la vida. En tu palabra he puesto mi esperanza. Mis ojos se consumen esperando tu promesa, y digo: «¿Cuándo vendrás a consolarme?» Parezco un odre ennegrecido por el humo, pero no me olvido de tus decretos. ¿Cuánto más vivirá este siervo tuyo? ¿Cuándo juzgarás a mis perseguidores? Me han cavado trampas los insolentes, los que no viven conforme a tu ley. Todos tus mandamientos son fidedignos; ¡ayúdame!, pues falsos son mis perseguidores. Por poco me borran de la tierra, pero yo no abandono tus preceptos. Por tu gran amor, dame vida y cumpliré tus estatutos.
Salmos 119:81-88 (NVI)

Mi esperanza está en su Palabra. - Ps. Víctor López.

Definitivamente todos hemos o estamos pidiendo que Dios obre a nuestro favor. Realmente queremos ver que la salvación, en algún sentido de la palabra, sea palpable en nuestra vida. Tu y yo debemos recordar que, para dicha salvación, la esperanza (Fe) debe de estar colocada solo y únicamente en Jesús. Nuestros ojos pueden debilitarse al esperar la salvación, pero lo que no debe de moverse es la fe. El problema puede ser grande, pero la fe puede llegar a ser lo único que nos queda.

Consideremos las promesas de Dios, sus mandamiento y estatutos. Las promesas de Dios para sus hijos son seguras por el hecho de venir de Él, aquel que es siempre fiel y no cambia a través de los años. Nuestras circunstancias seguramente pueden cambiar y nosotros con ella, pero Dios permanece fiel sin cambios. Por ello Su Palabra permanece. Pablo lo declaró en 2 Corintios 4:8-9 diciendo: Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos… ¿Por qué? La Palabra de Dios era esperanza para los momentos de angustia. Los enemigos podrán apoyarse en otros medios y, por ende, despreciar la Palabra de Dios, pero no un cristiano.

Aunque difícil sea el camino, debemos de ver los mandamientos de Dios como las guías justas y confiables que nos señalan el camino para tener paz y seguridad aun en apuros. Podemos esperar mejor la ayuda de Dios cuando, al igual que Jesús, hacemos el bien y sufrimos por ello. Los que son malos de corazón casi pueden someternos aquí en la tierra, pero obligarnos a dejar la palabra de Dios nunca. Muchos misioneros alrededor del mundo son presionados a dejar su fe, sin embargo, es cuando se mantienen más firmes en las promesas de Dios.

En el camino a la perfección de Dios, la dependencia en la misma gracia de Dios es la esperanza para los caminos difíciles de andar y obrar de la manera correcta en ellos. Dios sigue obrando de manera interna y externa en nuestro andar a pesar de la dificultad. Dios esta trabajando en ti.

jueves, 11 de abril de 2019

Salud al Alma


Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
Los que te temen me verán, y se alegrarán, porque en tu palabra he esperado. Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afligiste. Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo. Vengan a mí tus misericordias, para que viva, porque tu ley es mi delicia. Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo meditaré en tus mandamientos. Vuélvanse a mí los que te temen y conocen tus testimonios. Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado.
Salmos 119:73-80 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Salud al alma. Ps Víctor López.

Dios te ha creado para servirle y tener gozo en Él, pero lamentablemente, debido al pecado, nos hicimos incapaces para hacer esto. Definitivamente se puede lograr, pero no a nuestra manera. La vida cristiana se trata de buscarlo a Él día a día con la guía del Espíritu Santo para que nos de entendimiento de lo que esta pasando a nuestro alrededor.

Hay una cosa que debemos de reconocer, y es que el consuelo de Dios es nuestro motivo de gozo para nosotros mismos y los demás. Lo difícil es reconocer que ese mismo juicio es justo cuando nos toca experimentarlo. Muchas veces nos alegramos de oír testimonios de hermanos que han encontrado consuelo y fuerzas en sus tribulaciones; pero lo difícil es cuando nos pasa personalmente ese juicio.

Lo difícil de los juicios de Dios es comprenderlos, recordemos que sus caminos no son como los nuestros caminos y sus pensamientos no son como los nuestros (Isaías 55:8). Por ello muchas veces es difícil comprender porque pasamos ciertos momentos en la vida de dolor, tristeza, confusión y hasta pérdidas materiales o personales. Por ello, toda consolación de Dios (y entre los hermanos de la iglesia) procede de la misericordia y la compasión.

Las misericordias de Dios son únicas y amables, como la misericordia de un padre o la compasión de una madre por sus hijos. Esa consolación nos toca en esos momentos difíciles cuando nosotros no somos capaces de pedirla. Hermano, hermana recuerde que, los juicios de Dios son un medicamento a nuestra alma.

Su salud del corazón proviene de una sincera dependencia de Dios y dedicación a Él aun cuando no entendemos lo que pasa. Así como un pequeño no sabe porque tiene que experimentar el dolor de las citas médicas, sabemos que al final es por una buena causa, sanación.

miércoles, 3 de abril de 2019

Aprende a humillarte para ser levantado.


Bien has hecho con tu siervo, oh Jehová, conforme a tu palabra. Enséñame buen sentido y sabiduría, porque tus mandamientos he creído. Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; más ahora guardo tu palabra. Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos. Contra mí forjaron mentira los soberbios, más yo guardaré de todo corazón tus mandamientos. Se engrosó el corazón de ellos como sebo, más yo en tu ley me he regocijado. Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos. Mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata.
Salmos 119:65-72 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Aprende a humillarte para ser levantado. Ps. Víctor López.

¿Te gustaba ser disciplinado por tus padres? Creo que, si preguntamos a cualquier pequeño hoy en día, difícilmente encontraremos alguno que responda si a esta pregunta. Pero nosotros como adultos también somos personas que necesitan ser disciplinados, y Dios siendo nuestro Padre celestial, no dudará en traer la corrección para nuestro bien en el momento que sea necesario.
Puedo oír a Dios decir, “Esto lo hago por tu bien”. Lea Hebreos 12:5-11.

La verdad es que somos muy dados a desenfocarnos de Dios cuando estamos cómodos en el mundo. La falta de dificultad nos apaga espiritualmente. Debemos aprender a dejar nuestras preocupaciones en las manos de Dios, sabiendo que nosotros mismos no sabemos lo que es bueno para nosotros.

Por ello, los momentos difíciles en su vida tienen un propósito fundamental, y es moldear su carácter al de Jesucristo mismo. Le ayuda a reenfocarse en Dios y en lo que verdaderamente tiene valor para Él.

¿Podrías decir como el salmista “Bien has hecho con tu siervo” al Señor en momentos de dificultad? Las pruebas e incluso los malvados son usados por Dios en nuestra vida para transformar nuestro carácter, cual de otra forma no podría ser cambiado. El escenario puede ser de muchas formas, pero su carácter tiene dos reacciones, en la carne o en el espíritu. La situación pudieras no escogerla, pero tu reacción si puedes.

El salmista fue perseguido, calumniado y abatido, pero él decidió tomar la Ley de Dios como su refugio. Este hombre necesitó ser humillado ante otros para aferrarse a la Palabra de Dios en un nivel mucho más íntimo, que de otra forma no hubiese experimentado. Él prefirió la Ley de Dios en lugar de millares de oro y plata, lo cual es muy común hoy en día, personas confiando en el dinero en lugar de la Palabra de Dios.

Piensa por un momento, cuál ha sido tu reacción ante la dificultad, cualquiera que sea. ¿En dónde buscas refugio y apoyo? Sin duda alguna, líderes en la iglesia y amigos maduros en la fe ayudan en estas situaciones, pero cuando tu refugio está en la mima Palabra de Dios, estas acudiendo al Todo poderoso que se preocupa e interesa por ti mucho más que cualquier otra persona en este mundo.

Acércate a la Palabra de Dios en momento difíciles.