L.C.P. y M.I. Víctor Manuel López Barrón

Con 30 años de edad, y casi 10 de haber sido encontrado, Dios me ha llevado por varias experiencias que han transformado mi vida para Su gloria, donde hasta hoy se resume en lo siguiente: Sigo aprendiendo.

jueves, 27 de junio de 2019

Maravillados de Jesús en la Palabra de Dios


Tus estatutos son maravillosos; por eso los obedezco. La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo. Jadeante abro la boca porque ansío tus mandamientos. Vuélvete a mí, y tenme compasión como haces siempre con los que aman tu nombre. Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes que me domine la iniquidad. Líbrame de la opresión humana, pues quiero obedecer tus preceptos. Haz brillar tu rostro sobre tu siervo; enséñame tus decretos. Ríos de lágrimas brotan de mis ojos, porque tu ley no se obedece.
Salmos 119:129-136 (NVI)

Maravillados de Jesús en la Palabra de Dios. Ptr Víctor López.


La iglesia tiene muchas funciones, y algunas de ellas son la enseñanza de la Biblia, la comunión de la familia en la fe y partir el pan, que se refiere a la santa cena, y a la oración (Hechos 2:42). Podemos encontrar otras más, pero la que nos compete aquí es la enseñanza. La exposición de la Palabra de Dios es maravillosa.

En mis primeros años de cristiano lo único que me motivaba a ir a la iglesia era la comunión que había (y que aún existe gracias a Dios), pero con el paso del tiempo me fui enamorando de la palabra de Dios. Todo comenzó porque alguien en la iglesia me dijo: “busca a Jesús en las Escrituras”. Y fue un reto para mí, primero leer la biblia constantemente, observar el contexto que leía e identificar las sombras de Jesús en las historias del Antiguo Testamento fue algo sorprendente. Era luz que me daba entendimiento a mi caminar cristiano.

Cuando leo este pasaje de salmo 119:129-136, me veo a mí mismo como ese hombre que ansía con tremenda sed un vaso de agua en el desierto. Mi vida espiritual debe ser así. Mi espíritu esta sediento de ver a Jesús en cada versículo de la Biblia. Jadeo por ver lo que Jesús tiene para mí en cada capítulo. Y espero que sea así para ti también. Ese momento de ver a Jesús en la lectura es lo que da forma a nuestra vida espiritual.

Esa sed espiritual será saciada cuando bebas de Jesús en la Palabra de Dios. Y recuerda, la sed es diaria. No me lo puedes negar, pues vivimos en un desierto literalmente (Hermosillo). Ahora, ¿No creo que tengas sed solo el domingo verdad? Pues así también, todos los días tenemos sed espiritual.

viernes, 21 de junio de 2019

Con la perspectiva correcta


Yo practico la justicia y el derecho; no me dejes en manos de mis opresores. Garantiza el bienestar de tu siervo; que no me opriman los arrogantes. Mis ojos se consumen esperando tu salvación, esperando que se cumpla tu justicia. Trata a tu siervo conforme a tu gran amor; enséñame tus decretos. Tu siervo soy: dame entendimiento y llegaré a conocer tus estatutos. Señor, ya es tiempo de que actúes, pues tu ley está siendo quebrantada. Sobre todas las cosas amo tus mandamientos, más que el oro, más que el oro refinado. Por eso tomo en cuenta todos tus preceptos y aborrezco toda senda falsa.
Salmos 119:121-128 Nueva Versión Internacional (NVI)


El gozo que cada uno de nosotros encontramos es cuando actuamos en base a los principios del evangelio, y más aún, propaga una justicia entre todos los que lo rodean. Nuestro gozo proviene de hacer la palabra de Dios y sobreabunda al ver los resultados que Dios promete. El cristiano que hace la palabra de Dios extiende el reino de los cielos. Esto es una de las tantas cualidades de andar en la perfección de Dios. Es decir, en Su Palabra.

Cristo que es nuestra seguridad en este mundo, una vez que ha pagado nuestra deuda y rescate en la cruz del calvario, nos asegura toda clase de bendición celestial para cada uno de nosotros como sus siervos. Así como el salmista que espera la palabra de Dios en justicia, sabe que esta vendrá del cielo y no de la tierra, es decir, de algún hombre. Así igual nosotros debemos esperarlo.

Recuerda esto, definitivamente no merecemos el favor de Dios, pero Él en su infinita bondad nos la entrega, y no de mala gana, sino en una forma más íntima y personal nunca vista, en la manera de un padre hacia su hijo amado. Eso es gracia y la Palabra de Dios está plagada de ella.

Nuestra tarea hoy y mañana es, hacer todo lo que podamos por la expansión del reino de los cielos, y sobre todo orar a Dios que tome este trabajo en sus manos, las mejores manos para trabajar su propio reino. En este sentido apreciemos más la Palabra de Dios, más que todo lo creado a nuestro alrededor.

miércoles, 5 de junio de 2019

No hay zona gris.


Aborrezco a los hipócritas, pero amo tu ley. Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza. ¡Malhechores, apártense de mí, que quiero cumplir los mandamientos de mi Dios! Sostenme conforme a tu promesa, y viviré; no defraudes mis esperanzas. Defiéndeme, y estaré a salvo; siempre optaré por tus decretos. Tú rechazas a los que se desvían de tus decretos, porque solo maquinan falsedades. Tú desechas como escoria a los impíos de la tierra; por eso amo tus estatutos. Mi cuerpo se estremece por el temor que me inspiras; siento reverencia por tus leyes.
Salmos 119:113-120 Nueva Versión Internacional (NVI)

No hay zona gris. Ptr. Víctor López.

Hoy en día se habla de zonas grises donde muchos se preguntan qué pueden hacer y qué no. Definitivamente hay muchas áreas que entran en esta idea, pero lo que debes buscar siempre en cada una de ellas es inclinarte por la Palabra de Dios.

La gente de doble ánimo no puede distinguir entre lo que es bueno y lo que es malo. Pero cuando se trata de obedecer la Palabra de Dios, no hay zonas grises. Es lo que Él (Dios) dice que es, y en base a eso, cada uno de nosotros debemos de tomar una posición. Estar firmes en lo que creemos y sabemos. 

Una cosa es segura, mientras más amemos la ley de Dios, más alerta estaremos, y los pensamientos vanos que nos arrastran lejos de Él serán guardados en Cristo (Fil 4:7). Sí realmente deseas progresar en la obediencia a Dios, debes separarte del mal y de toda forma en que este se pueda presentar.

Por lo general, pensamos que hay maldad en aquellos que asesinan, violan, y roban. Pero la maldad es mucho más variada y profunda a la luz de la Biblia. Nosotros podríamos estar siendo influenciados por el mal en conversaciones llenas de chismes, críticas o mal intencionadas, bromas de mal gusto, películas o videos obscenos, entre muchas otras cosas que están a nuestro alrededor.

Por ello, cada uno de nosotros no puede vivir sin la gracia de Dios, pues por Su mano será sostenida nuestra vida espiritual. Recuerda, tu santidad se fundamenta en el apoyo divino de Dios y todo alejamiento de la Palabra de Dios es un error y traerá resultados fatales.

Elige obedecer a Dios, y di junto con el salmista: “Amo tu ley”.