L.C.P. y M.I. Víctor Manuel López Barrón

Con 30 años de edad, y casi 10 de haber sido encontrado, Dios me ha llevado por varias experiencias que han transformado mi vida para Su gloria, donde hasta hoy se resume en lo siguiente: Sigo aprendiendo.

miércoles, 17 de abril de 2019

Mi esperanza está en su Palabra


Esperando tu salvación se me va la vida. En tu palabra he puesto mi esperanza. Mis ojos se consumen esperando tu promesa, y digo: «¿Cuándo vendrás a consolarme?» Parezco un odre ennegrecido por el humo, pero no me olvido de tus decretos. ¿Cuánto más vivirá este siervo tuyo? ¿Cuándo juzgarás a mis perseguidores? Me han cavado trampas los insolentes, los que no viven conforme a tu ley. Todos tus mandamientos son fidedignos; ¡ayúdame!, pues falsos son mis perseguidores. Por poco me borran de la tierra, pero yo no abandono tus preceptos. Por tu gran amor, dame vida y cumpliré tus estatutos.
Salmos 119:81-88 (NVI)

Mi esperanza está en su Palabra. - Ps. Víctor López.

Definitivamente todos hemos o estamos pidiendo que Dios obre a nuestro favor. Realmente queremos ver que la salvación, en algún sentido de la palabra, sea palpable en nuestra vida. Tu y yo debemos recordar que, para dicha salvación, la esperanza (Fe) debe de estar colocada solo y únicamente en Jesús. Nuestros ojos pueden debilitarse al esperar la salvación, pero lo que no debe de moverse es la fe. El problema puede ser grande, pero la fe puede llegar a ser lo único que nos queda.

Consideremos las promesas de Dios, sus mandamiento y estatutos. Las promesas de Dios para sus hijos son seguras por el hecho de venir de Él, aquel que es siempre fiel y no cambia a través de los años. Nuestras circunstancias seguramente pueden cambiar y nosotros con ella, pero Dios permanece fiel sin cambios. Por ello Su Palabra permanece. Pablo lo declaró en 2 Corintios 4:8-9 diciendo: Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos… ¿Por qué? La Palabra de Dios era esperanza para los momentos de angustia. Los enemigos podrán apoyarse en otros medios y, por ende, despreciar la Palabra de Dios, pero no un cristiano.

Aunque difícil sea el camino, debemos de ver los mandamientos de Dios como las guías justas y confiables que nos señalan el camino para tener paz y seguridad aun en apuros. Podemos esperar mejor la ayuda de Dios cuando, al igual que Jesús, hacemos el bien y sufrimos por ello. Los que son malos de corazón casi pueden someternos aquí en la tierra, pero obligarnos a dejar la palabra de Dios nunca. Muchos misioneros alrededor del mundo son presionados a dejar su fe, sin embargo, es cuando se mantienen más firmes en las promesas de Dios.

En el camino a la perfección de Dios, la dependencia en la misma gracia de Dios es la esperanza para los caminos difíciles de andar y obrar de la manera correcta en ellos. Dios sigue obrando de manera interna y externa en nuestro andar a pesar de la dificultad. Dios esta trabajando en ti.

jueves, 11 de abril de 2019

Salud al Alma


Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
Los que te temen me verán, y se alegrarán, porque en tu palabra he esperado. Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afligiste. Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo. Vengan a mí tus misericordias, para que viva, porque tu ley es mi delicia. Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo meditaré en tus mandamientos. Vuélvanse a mí los que te temen y conocen tus testimonios. Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado.
Salmos 119:73-80 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Salud al alma. Ps Víctor López.

Dios te ha creado para servirle y tener gozo en Él, pero lamentablemente, debido al pecado, nos hicimos incapaces para hacer esto. Definitivamente se puede lograr, pero no a nuestra manera. La vida cristiana se trata de buscarlo a Él día a día con la guía del Espíritu Santo para que nos de entendimiento de lo que esta pasando a nuestro alrededor.

Hay una cosa que debemos de reconocer, y es que el consuelo de Dios es nuestro motivo de gozo para nosotros mismos y los demás. Lo difícil es reconocer que ese mismo juicio es justo cuando nos toca experimentarlo. Muchas veces nos alegramos de oír testimonios de hermanos que han encontrado consuelo y fuerzas en sus tribulaciones; pero lo difícil es cuando nos pasa personalmente ese juicio.

Lo difícil de los juicios de Dios es comprenderlos, recordemos que sus caminos no son como los nuestros caminos y sus pensamientos no son como los nuestros (Isaías 55:8). Por ello muchas veces es difícil comprender porque pasamos ciertos momentos en la vida de dolor, tristeza, confusión y hasta pérdidas materiales o personales. Por ello, toda consolación de Dios (y entre los hermanos de la iglesia) procede de la misericordia y la compasión.

Las misericordias de Dios son únicas y amables, como la misericordia de un padre o la compasión de una madre por sus hijos. Esa consolación nos toca en esos momentos difíciles cuando nosotros no somos capaces de pedirla. Hermano, hermana recuerde que, los juicios de Dios son un medicamento a nuestra alma.

Su salud del corazón proviene de una sincera dependencia de Dios y dedicación a Él aun cuando no entendemos lo que pasa. Así como un pequeño no sabe porque tiene que experimentar el dolor de las citas médicas, sabemos que al final es por una buena causa, sanación.

miércoles, 3 de abril de 2019

Aprende a humillarte para ser levantado.


Bien has hecho con tu siervo, oh Jehová, conforme a tu palabra. Enséñame buen sentido y sabiduría, porque tus mandamientos he creído. Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; más ahora guardo tu palabra. Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos. Contra mí forjaron mentira los soberbios, más yo guardaré de todo corazón tus mandamientos. Se engrosó el corazón de ellos como sebo, más yo en tu ley me he regocijado. Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos. Mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata.
Salmos 119:65-72 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Aprende a humillarte para ser levantado. Ps. Víctor López.

¿Te gustaba ser disciplinado por tus padres? Creo que, si preguntamos a cualquier pequeño hoy en día, difícilmente encontraremos alguno que responda si a esta pregunta. Pero nosotros como adultos también somos personas que necesitan ser disciplinados, y Dios siendo nuestro Padre celestial, no dudará en traer la corrección para nuestro bien en el momento que sea necesario.
Puedo oír a Dios decir, “Esto lo hago por tu bien”. Lea Hebreos 12:5-11.

La verdad es que somos muy dados a desenfocarnos de Dios cuando estamos cómodos en el mundo. La falta de dificultad nos apaga espiritualmente. Debemos aprender a dejar nuestras preocupaciones en las manos de Dios, sabiendo que nosotros mismos no sabemos lo que es bueno para nosotros.

Por ello, los momentos difíciles en su vida tienen un propósito fundamental, y es moldear su carácter al de Jesucristo mismo. Le ayuda a reenfocarse en Dios y en lo que verdaderamente tiene valor para Él.

¿Podrías decir como el salmista “Bien has hecho con tu siervo” al Señor en momentos de dificultad? Las pruebas e incluso los malvados son usados por Dios en nuestra vida para transformar nuestro carácter, cual de otra forma no podría ser cambiado. El escenario puede ser de muchas formas, pero su carácter tiene dos reacciones, en la carne o en el espíritu. La situación pudieras no escogerla, pero tu reacción si puedes.

El salmista fue perseguido, calumniado y abatido, pero él decidió tomar la Ley de Dios como su refugio. Este hombre necesitó ser humillado ante otros para aferrarse a la Palabra de Dios en un nivel mucho más íntimo, que de otra forma no hubiese experimentado. Él prefirió la Ley de Dios en lugar de millares de oro y plata, lo cual es muy común hoy en día, personas confiando en el dinero en lugar de la Palabra de Dios.

Piensa por un momento, cuál ha sido tu reacción ante la dificultad, cualquiera que sea. ¿En dónde buscas refugio y apoyo? Sin duda alguna, líderes en la iglesia y amigos maduros en la fe ayudan en estas situaciones, pero cuando tu refugio está en la mima Palabra de Dios, estas acudiendo al Todo poderoso que se preocupa e interesa por ti mucho más que cualquier otra persona en este mundo.

Acércate a la Palabra de Dios en momento difíciles.