L.C.P. y M.I. Víctor Manuel López Barrón

Con 30 años de edad, y casi 10 de haber sido encontrado, Dios me ha llevado por varias experiencias que han transformado mi vida para Su gloria, donde hasta hoy se resume en lo siguiente: Sigo aprendiendo.

viernes, 29 de marzo de 2019

Siempre hay una nueva oportunidad en Dios.


Salmos 119:57-64 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Siempre hay una nueva oportunidad en Dios. Ps. Víctor López.

¿Ha escuchado la canción “Mi Todo” de Hillsong? Es una bonita alabanza que declara la divinidad de Jesús y su preeminencia (privilegio) sobre toda cosa en este mundo. Es indudable que conocemos a Jesús en muchos sentidos, pero a veces olvidamos que sabemos esto. Las dificultades de la vida y nuestra propia naturaleza pecaminosa nos envuelven de tal modo que Dios deja de tener su lugar en nuestra vida.

Hoy, cada uno de nosotros podemos tomar al Señor como nuestra porción, nuestra pasión, nuestro baluarte, donde nada menos que Él nos podrá satisfacer. Así como el salmista, uno debe de considerar sus caminos, auto-evaluarse en su relación con Dios y donde haya un desvió, retomar el camino por medio de Su palabra. Sus testimonios son lo que da sentido a nuestra vida, dirigen con propósito y nos lleva a la perfección, que es Su santidad.

No se sienta mal por sentirse preocupado o trise, y que esto lo haya desviado de Dios, es válido sentirse así, pues nos da conciencia de nuestra situación y de los débiles que llegamos a ser. Sin embargo, no se quede ahí, sino volteé a Cristo, la oportunidad que se nos da de renovarnos en Él. No hay preocupación o tristeza que pueda prevalecer en la mente de aquellos que meditan en Cristo, ya que su consuelo supera nuestras aflicciones para gloria de Dios Padre (1 Corintios 1:5).

Así como el salmista, levántese en Cristo, de mañana, en la tarde y hasta en medianoche, alabe al Señor por Su Palabra que nos renueva, sus promesas que nos fortalecen y sus mandamientos que nos guían. Alabemos a Dios por sus justos juicios y más aún por aquel juicio que hizo por usted y por mí en Cristo en la cruz del calvario.

miércoles, 20 de marzo de 2019

La palabra de Dios esta para consolar y fortalecer


Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar. Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado. Los soberbios se burlaron mucho de mí, mas no me he apartado de tu ley. Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos, y me consolé. Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos que dejan tu ley. Cánticos fueron para mí tus estatutos en la casa en donde fui extranjero. Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová, y guardé tu ley. Estas bendiciones tuve porque guardé tus mandamientos.
Salmos 119:49-56 (rvr1960)
La palabra de Dios esta para consolar y fortalecer. Pas Víctor López.

Dios está para ti, ¿lo sabias?
Tenemos que aprender a tomar las promesas de Dios más en serio. Quizás las conocemos y hasta cierto punto las memorizamos, pero ¿en realidad vivimos en sus promesas? Vivir las promesas de Dios es estar en oración por ellas. Sí las hacemos partes de nuestra vida de oración, el Espíritu de Dios que mora en nosotros obrará por nosotros.

Muchos nos encontramos en dificultades que nos impiden avanzar hacia lo que Dios nos a prometido, pero gracias a la Escritura, podemos tener consolación para reanimarnos en los momentos de aflicción. Piense en esto, sí somos santos por gracia, hay suficiente de esta gracia para darnos el bienestar en todas y cada una de nuestras circunstancias. Esto es gracia inagotable, gracia que sobre abunda en nuestra vida (Juan 1:16 y 2 corintios 4:15). Esta gracia es nuestro consuelo.

Dios no solo nos consuela, sino también nos da la fuerza necesaria para levantarnos, seguir adelante y hasta alabarle por lo que Él ha hecho. Así como el salmista, quien encontró fortaleza en la Escritura, tomó la Escritura como cánticos. Se necesita animo y fuerza para poder hacer tal acción, y el salmista la obtuvo de la Palabra de Dios. Un día, estaremos con el Señor sin duda alguna, mientras tanto, los Estatutos, Principios, Mandamientos y Promesas establecidos en Su palabra dan fortaleza para seguir en la espera activa de esta realidad. La Palabra de Dios brinda fortaleza.

En tiempos de dificultad y en las horas más calladas de la noche, recurra al nombre de Jesús, el nombre sobre todo nombre. Resguarde su vida en la Palabra de Dios y en las promesas que se le han dado en Jesucristo. Recuerde, todas las promesas de Dios son un Si, en Cristo Jesús (2 Corintios 1:20).

miércoles, 6 de marzo de 2019

Sin vergüenza y en libertad.


Salmos 119:41-48 (rvr1960)

Sin vergüenza y en libertad. Pas. Víctor López.

¿Se ha visto en la necesidad de dar testimonio de su fe? Espero que sí, todo cristiano es llamado a dar testimonio de su fe en el Señor Jesucristo. Sin embargo, pocos están conscientes de que es un privilegio y una libertad hacer tal hazaña.

Esta es una realidad espiritual, las leyes de Dios lejos de atarnos o retenernos, nos dan verdadera libertad. Libertad para hacer lo que Dios originalmente diseño para nosotros. Buscar de Su salvación y perdón, nos da rescate de pecado y de la opresión de la culpa. El servicio al pecado es esclavitud; el servicio a Dios es libertad. No tendrá felicidad completa o libertad perfecta, sino obedece la ley de Dios.

Habrá momentos donde nuestros oyentes no estén en la mejor disposición para escuchar o la persona se vea muy imponente ante nosotros. Tenemos que orar rogando que nunca nos asustemos o nos avergoncemos de reconocer las verdades y los caminos de Dios ante los hombres, ya sean familiares, amigos o altos funcionarios del gobierno. Tenemos que ver a cada persona como una oportunidad para testificar acerca de Cristo. Él (Jesús) envío a sus discípulos en Mateo 10:17-18 para testificar de Él capacitándolos y avisándoles de la persecución que experimentaría. El apóstol Pablo tuvo varios juicios ante gobernantes y las tomo como oportunidades para testificar de nuestro Señor Jesús (Hechos 26:1-2).

Por si fuera poco, Dios mismo nos ha entregado a Su Propio Espíritu que nos capacita y recuerda testificar a nuestro alrededor. Es increíble saber que Dios nos capacita para tal servicio. Jesús nos dejó al Espíritu de Consolación para tener de Su paz aun en medio de la dificultad (Juan 14:25-27).

Nunca debemos asustarnos ni avergonzarnos de reconocer nuestra fe en Jesús. Mientras más deleite y gozo tengamos al servicio de Dios, vamos más cerca de la perfección. No basta decir que su ley es buena; experimentemos placer en ella al obedecerla. Utilice todas sus fuerzas para poder cumplirla (Dt 6:5).

¿Tienes un testimonio? Si eres creyente, si has sido salvado por la gracia de Dios y por el Salvador, sí tienes un testimonio. No importan las circunstancias de tu caso en particular. Todo verdadero cristiano tiene algo de esto al seguir a Cristo. ¡El Señor ha hecho grandes cosas contigo!