L.C.P. y M.I. Víctor Manuel López Barrón

Con 30 años de edad, y casi 10 de haber sido encontrado, Dios me ha llevado por varias experiencias que han transformado mi vida para Su gloria, donde hasta hoy se resume en lo siguiente: Sigo aprendiendo.

jueves, 30 de mayo de 2019

Sin más recursos.


Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. Hice un juramento, y lo he confirmado: que acataré tus rectos juicios. Señor, es mucho lo que he sufrido; dame vida conforme a tu palabra. Señor, acepta la ofrenda que brota de mis labios; enséñame tus juicios. Mi vida pende de un hilo, pero no me olvido de tu ley. Los impíos me han tendido una trampa, pero no me aparto de tus preceptos. Tus estatutos son mi herencia permanente; son el regocijo de mi corazón. Inclino mi corazón a cumplir tus decretos para siempre y hasta el fin.
Salmos 119:105-112 (NVI)

Sin más recursos. Ptr Víctor López.

¿Te has encontrado perdido en algún momento de su vida en algún lugar hostil o desértico? Imagínate en medio del bosque a media noche, con tu celular en mano, pero sin señal. Solo te queda usar la aplicación de la brújula y la lámpara. Tienes que ser cuidadoso porque solo te queda la mitad de batería en el celular.

La luz que emite el celular solo puede mostrarte un área pequeña del terreno por el que andas. Para caminar de manera segura en el bosque debes de poner atención a lo que la luz te permite ver. Pero eso no es todo, debes ser sabio y cauteloso en dirigirte correctamente a la salida del bosque porque la energía del celular no durara mucho tiempo. Mucho cuidado en caminar en círculos. Sería un grave error.

Son pocos los recursos que tienes, pero sí los aprovechas sabiamente saldrás de ahí.

En la vida también caminamos por bosques oscuros de maldad. Sin embargo, la Biblia es nuestra lámpara en el camino que está enfrente de nosotros y así no caeremos mientras avanzamos. La luz revela los obstáculos y peligros en el bosque, la Biblia revela las raíces de maldad, falsos valores o filosofías mal intencionadas que nos rodean en este mundo.

Es nuestra caminar cristiano los recursos son pocos, pero muy confiables. La Palabra de Dios y El Poder del Espíritu Santo son la clave en esto.

Pero no pierdas de vista la responsabilidad que envuelve todo esto. Ya sea una lámpara de aceite o un celular con luz, es responsabilidad de uno el tener la lámpara en buena condición para su correcto. El mandamiento es que la lámpara se tiene que mantener encendida con energía y eso es el poder del Espíritu Santo que le da sentido a lo que leemos en la Biblia. Es la obediencia a los mandamientos de Dios por parte de nosotros lo que da luz a nuestra vida.

Estudiar la Biblia y depender del poder del Espíritu Santo es nuestra tarea. Esto nos ayudará a ver el camino claramente y nos mostrará lo suficiente del camino como para avanzar. Quizás no sea mucho, pero la luz está ahí en medio de un lugar oscuro, para que tú des un paso a la vez.

miércoles, 22 de mayo de 2019

En la escuela de la Palabra de Dios.


¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día medito en ella. Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen para siempre. Tengo más discernimiento que todos mis maestros
porque medito en tus estatutos. Tengo más entendimiento que los ancianos porque obedezco tus preceptos. Aparto mis pies de toda mala senda para cumplir con tu palabra. No me desvío de tus juicios
porque tú mismo me instruyes. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca! De tus preceptos adquiero entendimiento; por eso aborrezco toda senda de mentira.
Salmos 119:97-104 Nueva Versión Internacional (NVI)

En la escuela de la Palabra de Dios. Ptr Víctor López.

¿Quién no esta ansioso por terminar la escuela? Muchos desean que su periodo de clases termine para poder disfrutar de unas merecidas vacaciones, teniendo más tiempos para jugar, viajar y hasta para dormir.

Todo tiene su tiempo definitivamente, pero la escuela de Dios nunca tiene vacaciones. El Señor siempre esta trabajando en nuestras vidas con el propósito de hacernos más como Cristo (Ef. 4:13). El Espíritu de Dios está en constante trabajo haciendo de los hijos de Dios más semejantes a Jesucristo, pues él no quiere que seamos siempre niños espirituales, sino hombre y mujeres maduros en la fe.

Por eso es importante saber que las mejores clases las encontraras en Su Palabra. La Biblia es nuestro salón de clase donde podemos aprender cada día algo más sobre Dios, su amor por nosotros, lo que le agrada y lo que no y cómo llevar una vida espiritualmente efectiva que le de gloria y honra a Él.

Identifique las palabras que usa el Salmista en esta sección del Salmo 119, actividades que le ayudaron a él y dé por seguro, que también le ayudarán a usted a enriquecerse espiritualmente en su vida en Cristo.

Meditar en la Palabra. No sólo se limita a unas horas en la mañana o al finalizar el día. Es una práctica de todo el día. Leer la Palabra de Dios, identificar eso que llame más nuestra atención y reflexionar sobre ello durante el día, nos dará la capacidad de estar atentos a lo que está ocurriendo a nuestro alrededor.

Obedecer la Palabra. Aquí entra un nivel más de escolaridad. Nivel 2. No basta con meditar y tener en mente la Palabra. Hay que llevarla a la práctica. Nuestra meditación ayudará a que fluya mejor nuestra obediencia. Recuerde que la Biblia nos exhorta a ser hacedores de la palabra y no solo oidores (Santiago 1:22).

Deleitarse en la Palabra. Llevar a la practica la Palabra de Dios debe hacerse con gozo, entusiasmo y alegría. Cuando comenzamos a ver los resultados que brinda obedecer los mandamientos de Dios, nuestro corazón deseara más de eso, ya que estamos caminando a una vida de abundancia que Dios prepara para cada uno de nosotros en su buena voluntad.

Así que aun con más entusiasmo con que vemos el tiempo de vacaciones, deseemos estar en la Palabra de Dios, nuestro salón de clases de 24/7. Que nuestro gozo este en vivir y hacer su voluntad.

miércoles, 15 de mayo de 2019

Le pertenezco.


Tu palabra, Señor, es eterna, y está firme en los cielos. Tu fidelidad permanece para siempre; estableciste la tierra, y quedó firme. Todo subsiste hoy, conforme a tus decretos, porque todo está a tu servicio. Si tu ley no fuera mi regocijo, la aflicción habría acabado conmigo. Jamás me olvidaré de tus preceptos, pues con ellos me has dado vida. ¡Sálvame, pues te pertenezco y escudriño tus preceptos! Los impíos me acechan para destruirme, pero yo me esfuerzo por entender tus estatutos. He visto que aun la perfección tiene sus límites; ¡solo tus mandamientos son infinitos!
Salmos 119:89-96 Nueva Versión Internacional (NVI)

Le pertenezco. Ptr. Víctor López. 

¿Usted sabe que hay un solo Dueño? Aquel que es propietario de los mares, las tierras, los cielos, las grandes montañas, los amplios campos, propietario de las grandes bestias que habitan por debajo del mar y en la tierra; quien posee tal título es nuestro Dios. Su Palabra afirma que es él quien establecido por Su poder los cielos y la tierra y no solo eso; gracias a Él es que todo tiene coherencia (Colosenses 1:16), es decir, tienen sentido y orden. Esto da propósito a las cosas creadas y nosotros también formamos parte de esto.

El hecho de saber esta realidad por sí sola no hará mejoras en su vida; también hay que vivir de esta manera. Si todo le sirve a nuestro Dios, ¿Estoy yo en ese “todo”? El salmista sabía esta realidad, y por ello se colocaba como parte de este “todo” que le sirve a Dios. Esto es una decisión que cada día debemos hacer.

Esta decisión se basa en el hecho de que le pertenecemos, y no por un precio barato, sino por la sangre preciosa de Su hijo amado Jesucristo (1 Corintios 7:23), no hay nada más valioso que esto. La realidad es que somos suyos, pero tenemos que aprender a vivir de esa manera y eso viene al escudriñar Su Palabra. Cuando la vida traiga sus problemas, cuando la noche se sienta más difícil, cuando la duda llegue, acércate confiadamente al dueño de todo y pide de su guía, escúchelo, pues él te compró para estar con él. Dios desea que acudas a él.  

Tu eres de Dios y eso es bueno, no te perteneces a ti mismo, no perteneces al mundo. Tu vida está en las mejores manos, las manos del Dueño de todo, así que puedes andar confiado por sus caminos que se encuentran en Su Palabra.