Que llegue mi clamor a tu presencia; dame entendimiento,
Señor, conforme a tu palabra. Que llegue a tu presencia mi súplica; líbrame,
conforme a tu promesa. Que rebosen mis labios de alabanza, porque tú me enseñas
tus decretos. Que entone mi lengua un cántico a tu palabra, pues todos tus
mandamientos son justos. Que acuda tu mano en mi ayuda, porque he escogido tus
preceptos. Yo, Señor, ansío tu salvación. Tu ley es mi regocijo. Déjame vivir
para alabarte; que vengan tus juicios a ayudarme. Cual oveja perdida me he
extraviado; ven en busca de tu siervo, porque no he olvidado tus mandamientos.
Salmos 119:169-176 (NVI)
Disciplinándonos
a la perfección. Ptr. Víctor López.
El
salmista al igual que nosotros llega al final del salmo 119. Toda una travesía
en experimentar la dependencia a Dios, revelar nuestro ser ante Él y confiar en
que Su Palabra es mejor que cualquier otra cosa en este mundo. Buscar gracia y
fuerzas para que nuestras oraciones sean escuchadas por el Señor es parte de la
disciplina que hemos aprendido en este camino a la perfección. Desear saber más
de Dios en Cristo es el objetivo.
Lo
que hemos aprendido hasta aquí es la dependencia profunda y sincera al poder de
Dios a través de Su palabra. Aprender a orar por lo que Él ha prometido en
lugar de orar por lo que nosotros pensamos o queremos. Recuerda que la base
para nuestra comunión efectiva con Dios debe de ser la misma Palabra de Dios.
Sus mandamientos, sus ordenanzas, sus leyes son parte de nuestra guía para
nuestra vida cristiana. Pero también en Su palabra hay promesas, propósitos y
planes que nos animan y fortalecen para continuar.
Espero
que este salmo sea una base con la cual podemos autoevaluar nuestros corazones
y nuestras vidas. ¿Se ajusta nuestro corazón, limpiado por la sangre de Cristo,
a esas oraciones, resoluciones y confesiones que hemos estado observando en
este salmo? ¿Es la Palabra de Dios la norma de nuestra fe y la ley de nuestra
forma de vivir? ¿Usamos las promesas en Cristo por lo que es realmente necesario?
Seremos
llenos de gozo si realmente vivimos con este tipo de disciplina que deleita.